martes, 9 de agosto de 2011

Soria, ciudad de poetas

Domingo 7 de agosto

Rumbo a la cuna de los numantinos y ciudad de poetas. La villa sin ser muy agraciada es una capital de provincia. Visitamos el Museo Numantino, pero ya no alcanzaremos a visitar las ruinas de la ciudad que inspiró a Cervantes. Nos presentaremos en Sotoplaya, un antiguo lavadero de lanas, después de alojarnos y comer, bajamos a un lugar maravilloso a orillas del Duero, con Numancia arriba del cauce. Ahora es un parque maravilloso y como no tenemos muchas posibilidades de modificar el escenario de cemento, en donde nos presentaremos, a la luz del día, nos entregamos a pasear, bañarnos en el Duero y observar a los sorianos descansar.




Llega Jesús, el encargado de Cultura, una persona cordial y delicada que nos restaura, con creces, nuestra fe perdida en la provincia. La función sale muy bien, un muñeco, como de figura bíblica, en fibra de vidrio que acomodamos cerca de una puerta de salida del escenario se convierte en la protagonista. El muñeco está abandonado y con la cabeza separada del cuerpo, en el momento en que Placida resucita y Suplicio sale corriendo presa del pánico, Alexander tira el muñeco al suelo y Jesús toma su cabeza; unos espectadores que olvidaron el muñeco, se pegan tal susto que salta horrorizados de sus sillas. Noche con bocadillos o sándwiches en la Alameda de Cervantes y muchas celebraciones.