viernes, 19 de agosto de 2011

Se baja el telón

Viernes 19 de agosto
Tenemos que madrugar a ir al aeropuerto. Pero ¿cómo meter las maletas de un bus enorme a una busetita de colegio? Pues haciendo cola con otros pasajeros; volvemos abruptamente a la realidad. Aparecen más maletas de las que vinieron. Pese a que había acuerdo sobre el número de cada actor, ellas se reproducen. Al final al avión, con la felicidad de volver a casa y tristeza por culminar la aventura; nos separamos los miembros de una familia teatral y ponemos puntos final a la gira. Así se baja el telón, se apaga el dimers, se desconecta el sonido, se empacan los baúles. Final de una gira de récords para una agrupación colombiana y de la Universidad del Valle: 6 semanas, 28 representaciones, 8.000 kilómetros e importantes reseñas en medios españoles

jueves, 18 de agosto de 2011

Reseña con video del Festival de Santander

http://tv.festivalsantander.com/videosfis/web/videos-es/46

Último viaje

Jueves 18 de agosto
Todo el día viajando, el chofer nos conduce por caminos muy bellos, pero el día se hace largo. Paramos en Huecas de Toledo a dejar nuestro equipo.





Cerrar el círculo donde comenzamos. El señor de las luces, en silla de ruedas, no está. Su amigo nos cuenta que era técnico de luces, y lo de siempre: función nocturna, desmontar equipo, se quedó dormido en el carro y se accidentó. Confirman lo dura que es la vida de la gente del espectáculo. Nos quedamos en un hotel cerca al aeropuerto, pero demasiado grande. Nos despedimos del Berzosa, nuestro bus, hogar, bodega y aula durante mes y medio. Nos desperdigamos por las habitaciones y la suerte está echada.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Reseña en El País digital de España


Con mucho orgullo, mire esa nota
Reseñados por el Pais digital. Ufff
Humildes embajadores de Univalle y Colombia


http://www.elpais.com/videos/cultura/moderno/Garcia/Lorca/elpvidcul/20110817elpepucul_2/Ves/

Santander, Cierre de gira

Miércoles 17
Nos trasladamos al monasterio donde dormiremos, previo avituallamiento en un supermercado, para nuestra “última cena”. Guardamos en la nevera, bajo llave, las provisiones y nos vamos a Santander. La noche es difícil, comenzamos a las 10:00 PM. y a las 11:00 PM. se juega la final de la súper copa entre el Madrid y el Barca. Para colmo, justo en la plaza, como todos los miércoles, transcurre una asamblea del movimiento de los indignados. Colgamos rápido, tenemos que adaptar el escenario, que es muy bajo, a la muerte de Plácida.




Por respeto a la asamblea de indignados, ensayamos la canciones a un lado de la plaza. El festival no dispone de un baño cerca y dejan encendidazas la luces de los arcos posteriores. La función ocurre en la denominada Plaza de la Porticada, un lugar emblemático de Santander que por un incendio se modernizó ostensiblemente. Llega un actor de la Carlos III que nos cuenta que vino a vernos por que salió una nota nuestra en el pais.com, el diario más leído en Iberoamérica. Quiere decir que la nota que gravó la Agencia EFE, por fin fue colgada. Un regalo para subir el ánimo de la última función. Que honor para unos artistas latinoamericanos el estar reseñado en ese diario. El espectáculo comenzó con problemas, los indignados, pese a terminar la asamblea siguen conversando al lado del escenario; queremos decirles que ya estamos indignados con su falta de respeto a los artistas, pero el público los manda a callar con un sonoro regaño a coro: ¡Haced silencio! La función sale muy bien, como recogiendo el fruto de tantas semanas de trabajo. Ni el partido de las súper copa, logra mermar la cantidad de público. Hemos aprendido a concentrarnos, a incorporar la adversidad a la obra sin irritación. Unas 400 personas no se mueven de la plaza. Al final los actores, a su tercera salida a aplausos, tiran los sombreros al aire, como los colegiales el último día de clases. Los colombianos nos saludan, el chico de la Carlos III nos felicita y la gente del festival queda muy contenta. La noche es frenética: los amigos se despiden, tenemos que empacar con cuidado, botar todo aquello que no irá a Cali, y hacerlo todo muy rápido, sino estamos condenados a viajar mañana durante todo el día. Llegamos al hotel vemos los últimos minutos del partido y perder al Madrid; todas las puertas están abiertas menos la de la cocina con nuestra comida. El cura se levanta a abrir la puerta de la nevera y nos regaña por querer cumplir el sagrado derecho del actor a comer después de la función; esta noche queríamos celebrar nuestra última cena. Todo porque el festival no contrató ese servicio. Comida y sobrio brindis y dedicatorias. Estamos muy cansados para la poesía.

martes, 16 de agosto de 2011

Santander, la previa

Martes 16
Deporte, sauna, pereza y en la mañana nos contactamos con el grupo chileno; nos vamos en su bus, que se extravía para dejarlos en su nuevo hotel. Nos encontramos con una actriz del Teatro del Valle, la recién casada Margarita Arboleda, que ha venido desde Alemania con su esposo a vernos; un detalle generoso. Cafés, caminata, feria del libro y vemos el espectáculo de los chilenos. Pobres; la plaza es inmanejable: su función es a las 8 de la tarde, de día, llena de ruido, transeúntes y músicos callejeros. Realizan un calentamiento de voz frente al público, lo que relaja la tensión de los asistentes, pero también, suman los minutos de atención. Los chilenos, sin micrófono alguno (el festival tarde se percata de que los necesitaban) sacan adelante una función muy difícil; muy concentrados, proyectando bien la voz, tienen muy estudiados los gestos, los momentos claves de la obra y cantan muy bien. Unos muchachos formidables, modernos y alegres. Utilizan algunos recursos expresivos brechtianos a los que recurrimos nosotros: carteles, interpelaciones, canciones etc... La obra tiene preguntas sobre la interpretación del personaje de Don Juan al que vuelven muy perverso: un abierto victimario; pero en fin, en eso podemos divergir, lo importante es que hacen muy bien su trabajo. Felicitaciones. Llegan nuestros actores de donde sus familiares y el grupo se reunifica. Cena a espaldas de la playa y a descansar.



lunes, 15 de agosto de 2011

Mogro, Cantabria

Lunes 15
Viaje hacia Cantabria por un paisaje maravilloso y rumbo a un hotel en Mogro, a 15 minutos de Santander. El hotel, al lado de la playa, es tan bello como su personal insoportable. Salimos a caminar y trotar. Algunos actores, pese a las reiteradas advertencias de respetar el mar, pasan al otro lado de la panda rivera, sin percatarse que la marea sube vertiginosamente y se quedan atrapados en la orilla contraria. Una cámara y unos lentes de contacto providenciales, les impidieron pasar a nado; porque seguramente los hubiesen rescatado, pero en Francia. El alma caritativa de un barquero los pasó al otro lado de bahía. En la tarde paseamos por Santander una ciudad espléndida de carácter señorial y con una playa llena de riscos, palacios y casas de indianos. El festival convoca muchos artistas de la talla de Estrella Morente y Nuria Espert. Comemos en el mercado y descubrimos la plaza donde nos presentaremos.

domingo, 14 de agosto de 2011

Vitoria- Puente libre

Sábado 13 , domingo 14

Villadiego suspendió la función por encontrarse en fiestas, de la cárcel de Valladolid nadie responde. Los actores que tienen familiares en el País Vasco adoptan a un amigo y se separan, momentáneamente, del grupo. Las huestes disipadas no venimos a un hotel apartamento maravilloso en Vitoria. Parque municipal con grande pistas para trotar, lavadora, cocina y por fin, a no montar en un bus.

Vitoria no es la ciudad más agraciada de la ruta, aunque su casco viejo es curioso e imponente; es una villa llena de edificios multifamiliares de corte soviético. Ahora se distingue por ser una ciudad verde, donde te prestan gratuitamente una bicicleta por 4 horas, solo con presentar el pasaporte. Fuimos a conocer el centro donde abundan los extranjeros y especialmente los colombianos; en las tiendas puedes encontrar aguardiente, gaseosas colombianas, arepas y hasta calaos.





Entramos al ARTIUM, el maravilloso museo de arte moderno de Vitoria, con una sorprendente muestra reducida de su colección permanente y dos temporales; una de video(s)torias muy extraña y actualizada. El video que más nos sorprendió es el amor entre dos carros lanza agua de la policía, que como grandes insectos, en un descampado, convierten sus chorros en un verdadero lenguaje de amor. Al final se saludan por un barco de bomberos que lanza otros grandes chorros. Otra exposición: Rabo de lagartija de Ángel Marcos, un fotógrafo conceptualista muy poético y provocador. Aunque Artium es menos famoso que el Guggenheim de Bilbao, es un museo vivo y con una colección permanente nada despreciable y de mayor tradición



Medina del Pomar

Viernes 12 de agosto

La nostalgia empieza a rondar el grupo, la cuenta regresiva ya marca la penúltima representación. Medina queda cerca de Briviesca, atravesando cañones empedrados estrechos y el caudal de un joven Tajo. Después de comer nuestra última cuenta pagada por un ayuntamiento. Tenemos problemas para llegar a la Plaza del Corral que queda a un costado de un magnífico castillo de dos torres y de la ciudad amurallada; pero la experiencia hace que no nos preocupemos por nada. Finalmente llega la policía y escolta el bus.





El escenario de la plaza es de cemento y está lleno de vidrios rotos y excrementos de animales. Es, a toda vista, el lugar de los botellones. Nos dan un camerino esperpéntico; una casa medio derruida, con los pisos inclinados y lleno de espejos. Aforamos con telones a un costado un espacio para los cambios de vestuario. Ponemos luces, barren el escenario los funcionarios e iniciamos. La función no es fácil: hace frío, la plaza es dispersa, transita mucha gente y tenemos poca difusión. Los vecinos están medio indispuestos porque les hicieron retirar sus automóviles. Pero la experiencia hace que ya no nos desconcentremos y manejamos la situación. Los actores a motu proprio adaptan los espacios al espectáculo: la pareja del entorno celestinesco surge del portal de la casa destartalada; Vitoriano y Suplicio buscan, escalando por el castillo, a Plácida. Pero algunos vecinos increpan a los actores por cambiarse en la calle, mientras otros inquilinos tolerantes, esperan que quitemos nuestros vestuarios de la puerta de su casa. Todo sale magníficamente, no ha sido la mejor función, pero si la mejor manejada. Un señor viene a saludarnos. Nos cuenta que pudo ver la mitad de la obra en Palencia, pero por cuestiones de abordar su último bus presenció la mitad; entonces aprovechando que tenía que venir a saludar a su hermana vino a Medina del Pomar y alcanzó a ver, justamente, la parte que le faltaba. El tendero cuyo negocio queda frente a la plaza, vio la obra desde el balcón. A la mañana siguiente le regala a una de las actrices chocolates, felicitándonos por la actuación. Noche de evaluación y celebración en el restaurante en el que ayuntamiento no dio cheque en blanco, comemos exageradamente: confesiones y abrazos. Nos queda solo una función.

Briviesca

Jueves 11 de agosto

De nuevo al norte, a la provincia de Burgos, casi 500 kilómetros de ruta, pero como en todo relato, está ya es la última vez; el último desplazamiento largo al norte. Briviesca es una ciudad verde muy animada y famoso cruce de caminos. Julián el encargado de cultura, sale a nuestro encuentro y pese a la llegada tarde nos dispone de comida caliente en el hotel. Nos presentamos en el patio de un antiguo Hospital, con buena acústica y heráldica en piedra. El escenario es muy grande, casi ocupa la ¼ parte del patio. Pero nos acomodamos certeramente; la representación ha sido una de las mejores: buen público, luna llena que se va viendo más clara mientras trascurre la función. Al final la guinda de la corona: Venus aparece desde el segundo piso del escenario, en una ventana con un escudo en piedra centenario, que inviste de poderío a la diosa.





Investigadoras de la Universidad de Salamanca, dedicadas a las puestas en escena renacentistas en España, han llegado para ver la obra y quedan fascinadas. Para ellas hemos roto mucho de sus conceptos sobre la manera cómo se debe abordar, desde la escena, a los clásicos. Cena con bocadillos fríos y nos entregamos a las calles de una villa donde las peñas están de aniversario y con música de banda recorren todas las calles. La Peña es una maravillosa forma de organización civil; las fiesta no te las organiza ni el estado ni un productor: los ciudadanos se reúnen durante todo el año, pagan un local, compran sus bebidas y organizan, con diseño de vestuario y pancartas, los temas de su celebración. Volvemos a nuestro hotel, amable pero envejecido y con fuerte olor a fumadores y a los fogones de la cocina de la planta baja.

Orgaz

Miércoles 10 de agosto

En la mañana el grupo de trote se empieza a consolidar, salimos a correr durante media hora por un camino rural de tierra; el paisaje es conformado por trigo recién cegado, cultivos de cebolla y, mimetizadas, ovejas pastando en la lejanía. De regreso una nube de polvo se levanta, creemos que se trata de un campero que salió de ponerle agua a las cebollas, pero no, poco a poco divisamos un millar de ovejas, literalmente mil, que como en El Quijote levantan una nube que parece, desde la lejanía, un ejército; la misma centenaria imagen literaria. Ha sido un encuentro conmovedor, nos detenemos y el pastor, delante de su rebaño, nos saluda; ellas pasan por entre nuestras piernas azuzadas por el “chucho” que va de último. Salimos a caminar por Torralba de Calatraba, el técnico nos contó de un tal corral que tiene el pueblo; vamos y nos encontramos con un verdadero prodigio de instalaciones, de alguna manera, más generosas que las de Almagro.



Un corral recién reacondicionado. Han tomado la extraña decisión de colocar el escenario, no delante de los 6 nichos originales, sino a un costado. Se conservan los aposentos, las celosías reconstruidas, y el volumen de la nave, a espaldas de un monasterio, sigue siendo el mismo.



El Museo Nacional del Teatro de Almagro, ya monta exposiciones en las salas adyacentes. Tiene varias salas de ensayo y la curiosidad de un patio pequeñito acondicionado como corral de títeres. Será, sin duda, un gran centro teatral que animará esta villa. Salimos rumbo a Orgaz, un pueblo famoso de la provincia de Toledo, cuna de Ximena la esposa del Cid y donde se presume que fue su primer burgomaestre el libertador de España. Es memorable por la obra cumbre de El Greco, El entierro del Conde Orgaz. El alojamiento es en una casa rural de dimensiones impresionantes, extraída de una telenovela mexicana, con piscina y cuartos de diseño. Nos atienden formidablemente con vinos reserva de 1996 y entradas de paté de foie.






La presentación es en un teatro, el último de la gira, una sala nueva, donde los reflectores huelen a nuevos. El encargado de la sala es muy amable y montamos relativamente rápido. Pero hoy se enfrentan España e Italia en amistoso y se merma la entrada. Entran casi 150 personas y la función sale muy bien, muy delicada y concentrada. El técnico que pensaba abandonar el teatro para ver el partido, se queda admirado hasta el final. Cerramos con broche de oro las funciones de sala.

Torralba de Calatrava

Martes 9 de agosto

Dormimos en Ciudad Real una villa dedicada al Quijote y en las calles y plazas abundan los nombres cervantinos. Conmueve una plaza donde tratan de rendir un homenaje a Cervantes como hombre, una imagen menos difundida y explotada que la de su afamado personaje. Pero salvo la Batalla de Lepanto, sus gestas son incomparables a las de sus obras literarias. Se ve a un Cervantes apocado, triste. El museo de El Quijote, está hace años en remodelación, lo preceden sendas esculturas del Quijote y Sancho. Salimos nuevamente hacia Torralba de Calatrava, un pueblo típico manchego, diezmado ostensiblemente en su población, pero vivo. La comida es maravillosa como extraída de las novelas cervantinas: alcachofas, corderos, salmorejo, migas…. Cuentan con un festival bastante bueno y son el único municipio que ha acogido todos los montajes de La Barraca 2011; tienen una alcaldesa comprometida con la cultura que ostenta el cargo hace 16 años. La plaza en la que nos presentamos es demasiado grande, mientras montamos se congrega un entierro justo frente a nosotros, la última función de un paisano.



Se demoran mucho en abrir la iglesia y realmente no hubo misa. Sale la procesión detrás de la carroza fúnebre y podemos empezar a ensayar música y sonido. Los técnicos son muy buenos y nos ayudan a ocultar el poco agraciado edificio del ayuntamiento. La función sale lenta, los excesos de cama, comida y descanso pasan factura. No alcanzamos a despertarnos con el picadito de futbol, suspendido por la policía. Llegaron nuestros amigos valencianos a ver la obra. Gabriel, el primer conductor, nos saluda efusivamente y reconoce que el espectáculo es otro, que lo hemos «cambiado un mogollón», los actores convencen con su gracia y discurre ahora muy rápido. Lástima que en El Escorial no estábamos tan preparados; pero en el teatro, como en todo, la experiencia es indispensable para mejorar. Los compañeros de la Universidad de Valencia, valoran el trabajo y nacen proyectos. Los sorprendió la agilidad de la puesta. Noche en la terraza, las dos compañías cenamos con cerveza y unos quesos artesanales manchegos. Las europeas fascinan a nuestros nativos y viceversa.