Martes 16
Deporte, sauna, pereza y en la mañana nos contactamos con el grupo chileno; nos vamos en su bus, que se extravía para dejarlos en su nuevo hotel. Nos encontramos con una actriz del Teatro del Valle, la recién casada Margarita Arboleda, que ha venido desde Alemania con su esposo a vernos; un detalle generoso. Cafés, caminata, feria del libro y vemos el espectáculo de los chilenos. Pobres; la plaza es inmanejable: su función es a las 8 de la tarde, de día, llena de ruido, transeúntes y músicos callejeros. Realizan un calentamiento de voz frente al público, lo que relaja la tensión de los asistentes, pero también, suman los minutos de atención. Los chilenos, sin micrófono alguno (el festival tarde se percata de que los necesitaban) sacan adelante una función muy difícil; muy concentrados, proyectando bien la voz, tienen muy estudiados los gestos, los momentos claves de la obra y cantan muy bien. Unos muchachos formidables, modernos y alegres. Utilizan algunos recursos expresivos brechtianos a los que recurrimos nosotros: carteles, interpelaciones, canciones etc... La obra tiene preguntas sobre la interpretación del personaje de Don Juan al que vuelven muy perverso: un abierto victimario; pero en fin, en eso podemos divergir, lo importante es que hacen muy bien su trabajo. Felicitaciones. Llegan nuestros actores de donde sus familiares y el grupo se reunifica. Cena a espaldas de la playa y a descansar.