Viaje a Olite, Navarra, un pueblo antiquísimo, como de revista turística; con un castillo medieval muy bien conservado y una villa empedrada que lo arropa. Nos alojamos en Beire un convento transformado en un albergue. Nos presentamos en un Plaza pequeñita, el escenario es rodeado por árboles y una buena acústica. Como vamos a preséntanos de día no pondremos luces ni sonido. Los vecinos del tablado, unos viejitos maravillosos nos abren el baño, nos prestan butacas y al final son recompensados mirando a las actrices cambiarse y específicamente a nuestra Venus. La función sale bien, aunque la gente censura partes de la obra; una madre saca a sus dos hijos después de la escena de Eritea. Al final buenos comentarios de los especialistas, quienes valoran y ponderan el trabajo de los actores estudiantes. Al recoger aparecen colombianos, egresados de Univalle, que invitan a comer empanadas a los actores. Cena con los actores y mucho susto, ya que en el monasterio murió ahorcado un monje.
